Vivo en Madrid desde que descubrí cómo de importante era eso. Tengo veintiún años y mi faceta artística siempre estuvo presente desde niño. A día de hoy, ya no tan niño, esta cara abarca desde la pintura, en muchos de sus formatos, hasta la música incluso, pasando por la escritura en muchos formatos existentes, incluso mezclados con otras disciplinas artísticas.  Después de varios borradores de poemarios, en agosto de 2020 publiqué mi primer libro, Bisectrices. Esta obra, vanguardista dentro de la poesía contemporánea, cuenta con códigos QR que permiten al lector lograr una experiencia sensorial completa, combinándolo con ilustraciones propias y miles de reflexiones al aire. La mitad de esos beneficios se donan a la Fundación Aladina, que ayuda a niños y adolescentes con cáncer. Junto con otras colaboraciones, como con Cafés La Mexicana por su 130º aniversario, Bisectrices ha conseguido una crítica y valoración excepcionalmente buena. Una de mis obras, SOMBRAS DE BOH